Convencido de que lo mejor, esta por venir.

((MANO A MANO))

Martes 25 de Octubre de 2011
Con mi colega Verónica Pugni hicimos una estricta guardia periodística en el Regente Palace Hotel de Buenos Aires. Lugar donde concentra el Club Atlético Lanús ante cada partido por la Primera División de nuestro fútbol. Pasadas las 21:15 llegó el micro que traslada al plantel desde el Polideportivo de Arias y Guidi (entrenamiento) hasta el microcentro porteño. Damos gracias al capitán, figura y jugador de selección Diego Valeri, que muy cordialmente accedió a charlar con nosotros pese a la orden protocolar de no hablar con la prensa un día antes de un partido.
-De cara al partido con Racing... ¿Schurrer hizo hincapié en algún movimiento táctico en particular teniendo en cuenta el rival que es uno de los candidatos?

_Hicimos énfasis sobretodo en la terminación de la jugada, algo que nos está faltando ultimamente, nos cuesta mucho cerrar los partidos. También trabajamos en base a como se mueve Racing y como defiende. Como deja siempre dos o tres jugadores en posición bien ofensiva y en lo que necesitamos nosotros que es tratar de generar los espacios para poder lastimar en ataque.

-Mañana se enfrentan a un ex compañero como lo fue Pelletieri. Cuando los vaya a saludar... ¿Le vas a pedir que "meta" menos que de costumbre?

_No le vamos a pedir nada (risas). Pero es algo especial para nosotros porque lo queremos mucho. Yo soy muy amigo de él, soy un hermano menor practicamente, yo lo quiero mucho y realmente es algo lindo que solo el fútbol te puede dar. Son esas cosas agradables que a uno le quedan de por vida.

-¿Como se explica la situación deportiva del equipo que hace cinco partidos que no logran la victoria?
_La realidad es que a veces el fútbol tiene esas cosas en las que es difícil encontrar una explicación puntual, generamos más y nos llegaron menos. Porque muchos partidos que perdimos o empatamos fuimos mejores que el rival. Causa tiene seguro pero una explicación no la encuentro. En definitiva de eso se trata pero nos cuesta cerrar los partidos, ser eficáz en el último toque y golpear en los momentos justos. Cometimos errores pero también nos hicieron muchos goles de pelota parada. Eso hizo a la larga que tengamos esta racha de cinco partidos que espero se termine mañana en avellaneda.
-El técnico declaró que le molestan los silbidos de la gente cuando termina un partido en el que no se consiguió lo esperado. ¿Sos de los que piensan que esos silbidos ayudan para salir a revertir la situación cuanto antes y cambiarlos por aplausos?

_Particularmente creo que no hay que guiarse por nada de eso, ni por los aplausos. Creo que la gente es así. Cuando las cosas van bien aplaudimos todos y cuando las cosan van mal criticamos todos. Nunca le di demasiada importancia a lo que tiene que ver con lo exterior al campo de juego. Nos concentramos solamente en nuestro trabajo. Solamente nos importa que Lanús gane y juegue bien, que es lo que hace que el club siga creciendo que es lo que todos queremos.

-Hablando del Fútbol Argentino en general... ¿Coincidís con eso de que en el Torneo Nacional B, ahora con la presencia de River, se juega mejor o es más competitivo que en la Primera División?

_Yo creo que no. Pero sí que el fútbol se ha emparejado muchísimo en todos los aspectos. Tranquilamente un equipo de Nacional B que se enfrente a uno de la A le va a hacer partido, seguro. Pero no que en la segunda división se juegue mejor que en la máxima categoría. Por algo el que esta en la B descendió. Lo que sí es verdad que en esa categoría se armó un lindo campeonato donde hay equipos con mucha historia que estan pasando un mal presente pero que es un lindo torneo para ver.
-¿Crees que el Boca puntero, gracias a las bajas de la última semana, puede dejar puntos en el camino?
_Creo que los puede perder igual aunque no se les caiga ninguno. Cualquier equipo puede perder puntos. Hoy un equipo que esta mal en la tabla te puede ganar, estoy seguro. Pero cada partido es una historia nueva y los que estamos atrás peleando tenemos que achicar el márgen de error y ojalá que Boca se caiga.

-Sos uno de los jugadores más queridos por la gente. ¿El reconocimiento durante un partido te motiva para dar aún más por este club?



_Yo conozco el club y hace muchos años que voy, se lo importante que es la gente para el fútbol, el hincha que siempre esta, va y apoya siempre. Cuando hablamos de aplausos y silbidos me refería a no guiarnos por esos estados de ánimo, aprendi que un jugador no puede dejarse llevar por eso. Tengo un gran agradecimiento con toda la gente del club y la gente que realmente es hincha y quiere a Lanús que lo demuestra estando siempre presente. Lo va a estar a lo largo de toda mi vida. Voy a terminar mi carrera y siempre va a estar presente la gente de Lanús en mi corazón, eso te lo puedo asegurar.


-¿Cómo viene el programa del Hotel en esta noche previa, hay algún menú especial, horarios?

_Hoy llegamos sobre la hora, un poco tarde. Pero como mañana jugamos de noche, sacamos algunas horas de concentración. Llegamos, comemos, y once y media ya cada uno tiene que ocupar la habitación para descansar. Mañana por la mañana cada uno se levanta a la hora que quiere, el que quiere desayuna sino no y tipo una del mediodía almorzamos. En mi caso algo livianito aunque algunos te diría que no eh, hay colegas que le meten bastante (Sic). Después de las catorce una siestita y luego ya te metes en el partido.


                                                                                                   Sebastián Barile - Verónica Pugni.
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   Martes 30 de Noviembre de 2010, 21 hs. En una confitería de la clásica esquina de San Juan y Boedo. Una de las figuras del sorprendente Dock Sud, único puntero e invicto del fútbol argentino, Jonathan Di Toro. Nació en San Cristóbal y reside en el barrio de Boedo. En un mes cumple 26 años. El volante izquierdo ofensivo destaca su polifuncionalidad y su habilidad con las dos piernas.. “Gracias a Dios pude llegar a la primera de un club, cosa que no muchos pueden”. “Me querían llevar al Sheriff de Moldabia”. “No anhelo tener mucha guita, tengo el privilegio de hacer lo que me gusta”. “Eso creo que le falta al fútbol, no hay gente que te capacite en ese sentido de saber realmente como es, cuando sos pibe no te das cuenta lo que tenes”. “Para mí la D pensé que era la muerte, y me sorprendió, realmente ahora todas las categorías progresaron mucho, hay mucha profesionalidad”. "Tenía Ituzaingó, Dock Sud, que no son equipos de la D. Y me decidí por El Docke. En donde estoy muy feliz, no lo puedo creer lo que estamos haciendo".


-¿Cómo fue tu infancia?


_Normal, familia de clase media, mi viejo laburando todo el día ya que es técnico radiólogo, y eso no nos permitió disfrutarlo demasiado pero bien, con mi familia diez puntos. Ya que tengo un hijo de año y medio, vivo con él y me señora.


-¿Te gustaría que tu nene sea jugador de fútbol?


_Se me cae la baba. Pero que no siga los pasos del padre. Que juegue en Boca (risas). Le encanta el fútbol, mira partidos, le gusta la pelota. Pero es muy chiquito recién tiene un año y medio. Obviamente que sea lo que él quiera, lo que le guste. Pero que las cosas se le hagan un poco más fácil que a mí. Siempre uno al fútbol le da mucho y te devuelve poco. Pero falta mucho, veremos de acá a 15 años.


-¿Fuiste un buen alumno de chico?


_La verdad que me iba bien en el colegio, no era uno de los más estudiosos pero cuando había que ponerse las pilas, le metía y salía a flote. En el primario diez puntos y en el secundario era más vago todavía pero siempre zafé.


-¿Estudiaste alguna carrera? Si es así ¿fue por gusto o por obligación?


_Siempre supe que tenía que estudiar algo, arranqué kinesiología, nutrición pero la verdad es que el sacrificio que uno hace es depende a lo que te guste. Esas carreras no me gustaban tanto como para hacer el sacrificio que lleva realizar carreras tan largas, hasta que empecé radiología que siempre me gusto y lo termine haciendo. Al igual que mi viejo, me recibí de técnico radiólogo. Laburo con él a la tarde, hago radiología a domicilio, y eso me da la posibilidad de estar más tranquilo económicamente.


-¿El jugador pierde esa “cosa” de ser hincha?


_Tuve como técnico a Favio Lenguita en Luján, que jugó en Independiente, un tipo con mucha trayectoria. Y siempre me decía: “La pelota y el tablón no van de la mano”. Cuando sos jugador tenes que ser jugador. No te digo que el fanatismo se pierde, pero no llegás a sentir lo mismo cuando vos estás dentro de la cancha. El sentimiento no va a cambiar, yo soy muy hincha de Boca. Pero cuando sabes que tenes que defender otros colores o tenes que cambiar de camiseta seguido, aprendes a queres esos colores. Nunca cambiaria, de ser hincha de Boca pero no es lo mismo siendo un jugador. Si no fuera jugador sería mucho más fanático de Boca.


-¿Soñabas con ser futbolista?


_Siempre. En los momentos duros me acordaba cuando de chico decía que quería ser futbolista, entonces me aferraba a eso. Por eso seguí hasta la muerte. Salvo mi familia que siempre me banca. Ni mis amigos creían que hoy yo iba a estar jugando al fútbol.


-¿Cómo te definís como jugador?


_Mi mejor virtud, lejos, son los ambos perfiles. Me da lo mismo pegarle con zurda o con derecha que es algo que no se ve mucho. Eso es lo que más destaco. Le pego mal con las dos pero parejito (risas). Otra cosa es la polifuncionalidad, que me ayudó a jugar donde me necesite el técnico de turno. Se dice que el que juega de todo, no juega bien de nada. Pero por suerte pude cumplir muchas funciones, bien. Tengo la capacidad de adaptarme a posiciones en las que el equipo necesite, y tener el lugar, eso creo que es muy destacable. Pero lo más importante en mi posición es la distribución.


-¿Por qué crees que están haciendo una campaña formidable?


_Hay que ir de a poco, falta muchísimo, pero lo principal es que se armó un lindo grupo de laburo. Segundo que sinceramente tenemos un plantel de otra categoría. Estamos en un club que es de otra categoría. Y tercero la convicción, el fútbol es convicción cien por cien.


-¿Cómo manejas el tema de los puntajes?


_Cuando era más pibe me afectaba bastante. Al otro día iba corriendo a buscar el diario, y ponele que jugaba bien, y me clavaban un 5. Me quería morir. Pero con el tiempo veo que el que lo ve como periodista, lo ve como los hinchas. Hay hinchas que le gustó como jugaste hay otros hinchas que no le gusto… Es jodido calificar, se que es muy jodido calificar. Es muy personal. Tenes que escuchar siempre a todos pero no te tiene que afectar. Obviamente que a uno le gusta que hablen bien, pero por ejemplo sabes que hiciste un buen partido, todos te felicitan, después abrís el diario y te pusieron 4, te dan ganar de matarlo. Pero hay que tomarlo tranquilo porque sino te afecta demasiado. El que dice que no le importa los puntajes miente. Sinceramente hay veces que califican mal. Un periodista no sabe lo que pasa en un vestuario, no sabe lo que pide el técnico, hay un montón de cosas que vos sabés que fuiste importante para tu equipo y eso el hincha o el periodista tal vez no lo ven.


-¿La cancha más “picante” donde te tocó jugar? Dentro y fuera del campo.


_La peor cancha que jugué, lejos, fue la cancha de Lugano. Ahora dicen que mejoró pero cuando yo empecé jugando en Victoriano era Kosovo, era una cosa de locos. El campo, el peor. A nivel inseguridad, en San Telmo. Dentro de la Isla Maciel, cruzaba en el botecito para ir a entrenar, iba caminando a la isla. Y en Victoriano, entras y no sabes cuando salís, es una excursión. Debería ser un lugar turístico. Nunca me di cuenta lo que era porque iba todos los días, pero cuando vas la primera vez no lo podes creer.


-¿Un estadio del Ascenso?


_El más lindo es el de “El Docke”, estoy enamorado del club, y no solo porque estoy bien, o porque vamos primero, sino que lo que te transmite la gente en ese estadio es algo increíble, ninguna otra cancha del ascenso lo hace sentir. Dock Sud no puede estar donde está. Dock Sud es un grande del Ascenso no de la D. cuando entras y te das cuenta que la gente te alienta y te exige como si estuvieras jugando en el Nacional B. Y eso es lo lindo.


-¿Se paga bien en estas categorías?


_En Victoriano llego y el técnico me dice: “bueno mirá, el presupuesto ya cerró. Acá tenemos un biatico bajo y uno alto. El bajo es de $40 y el alto es de $80. Pero hay premios” Los premios eran de $20. Pero ahí te hablo de lo que es el amor al fútbol. Ahora en Dock Sud, los premios son de $150 para cada jugador, y $50 en caso de empate.


-¿Podes vivir del fútbol?


_ Se puede llevar adelante una vida, una familia pero siempre pensando en que hay que tener un incremento para llevar adelante lo demás. Me encantaría ser técnico el día de mañana. Soy un enamorado de lo que hago. Sería muy buen técnico, me tengo mucha fé. No anhelo de tener mucha guita, tengo el privilegio de hacer lo que me gusta. Se puede vivir del fútbol en esta categoría pero no tenes la seguridad que te da jugar en otra categoría. Se puede mantener el día a día pero no podes vivir tranquilo, porque el día de mañana el fútbol se termina y que tenes.


-¿Lo más duro que te tocó vivir en este deporte?


_Lo principal en el fútbol es la cabeza. Te va dando varios golpes. El hecho de no haber podido debutar en mi club. (San Telmo) fue lo más duro. Anímicamente me dejo por el piso.


-¿El momento más feliz que te dio el fútbol?


_Te da tanta pálida el fútbol… El momento más feliz, sinceramente, es cada vez que salgo a la cancha. El hecho de ponerse una camiseta y salir a defenderla, es algo increíble. Me pasó mucho este campeonato. La verdad que la banda que tiene “El Docke”, te lo hace sentir de verdad. Estar en el vestuario y escuchar que explotan bombas de estruendo creo que en el ascenso no se ve. Salir a la cancha con esa gente que se viene abajo, decirle algo a un compañero y que no te escuche es hermoso. Ojalá algún día el fútbol me dé una gloria, pero por ahora salir todos los fines de semana a una cancha es mi mayor felicidad.


-¿Sos de hablar dentro de la cancha?


_Hay posiciones que lo requieren más. Cuando jugué de central tenía que hablar demasiado. Siempre fui de hablar pero siempre lo justo y necesario, nunca hablar de más. Hoy por hoy mi posición no requiere que hable tanto.


-¿Te gusta entrenar durante la semana?


_Cuando arranqué me costaba, porque de pibe ves que tus amigos empiezan a salir y vos no podes. Pero ahí te das cuenta de que es lo que realmente queres. Tengo la posibilidad de jugar al fútbol que es un privilegio. En nuestro país, a un pibe le preguntas, la mayoría te dice jugador de fútbol. A medida que vas madurando empezas a cuidar ese privilegio, cosa que de chico no lo haces. Y ahora lo más lindo que me puede pasar es levantarte a la mañana e ir a entrenar. Hay gente que se levanta a las 4 y tiene que ir al puerto. Soy un privilegiado.


-¿Música antes de los partidos?


_Se, a pleno. Igual un rato antes viene bien, un poquito pero no demasiado. Es un momento para distenderse un poco pero cuando hay que meterse en el partido se terminó. En el micro sí, cada cual con su música. Lo que más se escucha es cumbia, alguna que otra vez alguno mete variedad pero son los menos. Lo mejor es la música alegre, que te levanten. En el vestuario necesitas eso.


-¿Alguna cábala?


_Cuando era pendejo tenía de todos los colores. Pero a medida que pasa el tiempo te das cuenta que el que juega es uno. Llegaba un momento en que quería ponerme el mismo calzoncillo, lavarme los dientes a la misma hora hasta que dije me estoy volviendo loco. Ahora el día del partido trato de levantarme a la misma hora, tratar de no dormir demasiado, pero así una zarpada no.


-¿Amigos que te dio el fútbol?


_Miles, gracias a Dios. Dicen que es lo único que te deja cuando te retirás. Te puedo nombres al negro Leandro Romero, porque vivimos juntos en Bolívar, la pasamos mal y siempre estuvimos juntos. Fue también con el que mejor me entendí dentro de una cancha. Ahora él esta en san Martín de Burzaco.


-¿Lloraste por el fútbol como hincha?


_Cuando era pendejo por Boca lloré mucho. Mira que nunca tuvimos malaria como para que llore, pero por ahí empatada un partido pedorro y me largaba a llorar. Con el tiempo se te va pasando.


-¿Y como jugador?


_En inferiores jugamos la final en San Telmo, en cuarta contra Cambaceres. Perdimos 4 a 1 Fue una decepción total porque teníamos un equipazo. Encima el técnico Héctor Balsa jamás nos dijo que con el empate éramos campeones, porque quería que salgamos a ganar. No sabés lo que lloré. Y en primera cuando quedamos afuera en el reducido con Argentino de Quilmes por penales.


-¿Lo más gracioso que te dijeron dentro de una cancha?


_Primer partido con Luján, en cancha de Cambaceres. Se lesiona el 6, y me dice el técnico: “entrá en calor”. Y toda la tribuna local al lado mío gritando de todo: “Sos el número 13 de Luján, el peor de la cancha, el defensor suplente de Luján” creo que nunca me sentí peor en mi vida, me liquidaron. Aparte era verdad (risas), me quería morir.


-¿Y algo que te dolió que te hayan dicho?


_No, quizás, me duele que tu propia gente te joda. Un poco esta bueno, pero hay gente que te pide cualquier cosa, que solo va a la cancha a putear por placer. Porque sos hincha no justifica que vayas putees por cualquier boludes. Pero uno cuando esta jugando tiene que estar metido en el partido y hacer oídos sordos.


-¿Un Club en el que jamás jugarías?


_San Telmo. La verdad es que me identifico mucho en el club en donde estoy y siento que un club que no quiere a sus hijos, es como un padre que los abandona.


-¿Un club que te gustaría jugar?


_En Boca (risas). Si me permitís soñar me voy lejos.


-¿Alguna charla técnica que te marcó antes de un partido?


_Me acuerdo una por las puteadas que nos dio el técnico. Teníamos un técnico que solía putear mucho en Lamadrid, Fito Muñoz, que se la agarró con el 8, no me acuerdo porque pero lo cagó tanto a puteadas y después siguió con el resto. Pero fue lindo, no es que nos bajoneó. Al contrario, salimos diferente hasta darlo vuelta. A veces uno necesita ese tipo de puteadas en el vestuario que te hacen bien. Siempre y cuando no te lo tomes a mal. Otra cosa es que te putee en la cancha pero en el vestuario viene bien.


-¿Ídolo futbolístico?


_El Diego es el ídolo de los ídolos, pero si tengo que elegir uno que palpe un poco más te digo Juan Román Riquelme. El mejor jugador del fútbol argentino. Uno al ídolo siempre lo quiere copiar, pero a Román es imposible.


-¿No futbolístico?


_Mi viejo.


-¿El mejor gol que hiciste?


_Fue en la peor cancha, sí, la de Lugano. Jugámos Victoriano Arenas contra Centro Español, era para ponerlo en un cuadrito: Me la dieron en tres cuarto de cancha, eludí a dos defensores y en la puerta del área me sale el arquero y se la piqué, la verdad que un golazo. Fue el 3 a 1 final.


-¿El peor Director Técnico que tuviste?


_Tuve varios (risas), pero si tengo que elegir te digo Fernando Zamacola (Argentino de Merlo), pero no por una cuestión de no saber. Primero que un técnico tiene que saber como es la piel de un jugador de fútbol, tiene que conocer un poco el vestuario. Y segundo no ser soberbio. La soberbia es algo que en el técnico no va. Porque si se cree Dios, esta muy lejos de ser un buen técnico.


-¿El mejor?


_Tuve varios buenos también. Pero a Hernán (San Martín, DT del Docke) lo respeto mucho como técnico porque no quiero inventar boludeces. No salir y hacer lo que sea, pero el hecho de no querer hacer cosas raras es muy importante en el técnico. Respeta al pibe que tiene trayectoria, conoce mucho el vestuario. Y eso es muy importante. Lo más importante es saber como trasmitirle todo el conocimiento al jugador.


-¿Te gusta “El Checho” como técnico de la selección?


_Me gusta, creo que muy técnico. Más que “El Diego”. Como jugador ya era un técnico. Le va a ir bien, me parece un tipo muy capacitado para dirigir la selección. El fútbol es muy circunstancial. Te toca una mala racha y te vuelan. Esperemos le den tiempo de trabajo.


-Si en tu equipo tuvieras a Messi ¿Dónde lo hacés jugar?


_Le preguntaría a él donde quiere jugar, donde se siente más cómodo. Ahora si lo pongo donde se siente cómodo, y después no tiene una buena tarde, sale y dice que en esa posición no se siente cómodo lo mato. Lo haría jugar de media punta suelto en tres cuartos de cancha sin ningún tipo de función alguna.


-¿El mejor jugador de la Categoría?


_El mejor es Mati Fleitas y lo tenemos nosotros. Tiene que corregir cosas como todos, pero es el mejor. Tiene que meter un poco más de pausa en su juego y sería un jugador completísimo.


-¿Algún Hobby?


_Estar con mis amigos. Lamentablemente cada vez los veo menos por cuestiones laborales de todos, pero con ellos paso los momentos más preciados.


-¿Una botinera?


_Nicole no me gusta y a Granata la odio. Elijo a Silvina Escudero que es una bestia.


-¿Un sueño que te gustaría llegar a cumplir?


_Llegar a jugar en Primera A. O por lo menos ser profesional.


-¿Terminan el año punteros e invictos?


_Yo creo que sí, vamos a terminar con la punta solos. Vamos a hacer una buena pretemporada pensando en lo que viene aunque falta muchísimo y va a ser muy duro.


-¿Vuelven a la C?


_Tengo la ilusión y la fé que vamos a sacar al “Docke” de esta categoría, sea por la vía que sea. De la forma directa, que es la que esperamos o sea la que venga. Pero creo que Dock Sud va a pelear hasta el final.

"Joni" Di Toro en el campo de juego de Dock Sud.

                                            MI TRAYECTORIA


_En baby arranqué en la escuelita del club Almagro a los 3 años. Luego fui a Parque Patricios, en el medio estuve un año en Ferro en cancha de once, en pre-novena. Y una vez terminado el baby en Parque Patricios, arranqué en Almagro en cancha de once. En este último hice de novena a sexta división y de ahí pasé a San Telmo, donde hice todas las inferiores hasta llegar a la primera. Estuve 6 años en el club. Ocho meses en primera pero no llegué a debutar. Esto me llevo a dejar de jugar, estuve un año sin club, ya que esa situación me mató, estaba muy bajoneado. De la cabeza estaba muerto, me preguntaban: “¿Che que haces de tu vida?” Juego al fútbol pero estoy sin club. Esa frase me destrozaba, era un puñal. Siempre fue un club muy jodido, con todos mis compañeros de inferiores hablamos y no llegó ninguno. Y eso que teníamos buen equipo, peleábamos campeonatos. Pasa que en primera llegaban jugadores grandes y los pibes del club quedaban relegados, algunos jugaron un par de partido pero se terminaban yendo. En mi caso, iba al banco de vez en cuando.


El que te diga, a no ser que la haya pegado desde chico, que nunca sufrió con el fútbol es mentira. Es un sacrificio enorme, pero es lo que me gusta. Si hoy juego es porque me gusta demasiado.


Durante el parate que estuve sin club, seguí entrenándome por mi cuenta. Daniel Baldi, ayudante de campo del Tano Passini, me consiguió para ir a Temperley. Fui, estaba todo bien pero ya habia cerrado el libro de pases. Entonces me propone seguir entrenando, que no deje, y que él tiene jugadores libres, y que algo va a salir. Un representante junto a otros chicos, nos llevaron a Paraguay en donde fuimos a Libertad, Guaraní y 12 de Octubre. En donde iba a fichar pero me termine volviendo, pasaban los días y no pagaba nada de lo que prometía, y nos volvimos.


Ese año me habían dicho para jugar en la D pero yo no quería bajar de categoría. Venía de jugar en primera B; y todo te parece poco, como que hacías un retroceso. Lo mismo le debe pasar a un jugador de primera A que le digan de jugar en la B.


Yo porque no sabía lo que era. Eso creo que le falta al fútbol, no hay gente que te capacite en ese sentido de saber realmente como es, cuando sos pibe no te das cuenta lo que tenes. Quizá me hubiese servido jugar donde sea y no parar, pero tuve la suerte de repuntar y acepté ir a Victoriano Arenas y era la D viste, y ya había pasado casi un año. Dije bueno ya quiero jugar donde sea pero quiero jugar y arranqué ahí. Fui un miércoles y como ya empezaba el campeonato, el sábado siguiente jugué de titular. El técnico en ese momento era Darío Casinerio, y me dijo: “mirá fijate ya te vi jugar y necesito alguien en esa posición” y fui jugué, hice un año barbaro. Clasificamos al reducido y perdimos el primer partido por penales contra Argentino de Quilmes. A mitad de ese año, un muchacho que me conocía de “los libres”, me fue a ver un par de partidos y me quería llevar al Sheriff de Moldabia, en Bielorrusia. Esto era en diciembre justa en la mitad del torneo. Ahí fue cuando lo conocí a mi representante, porque Bielorrusia era un cambio bastante brusco y yo no sabia que hacer, había buena plata pero lo de siempre: “no me parece, mira que a mi me piden jugadores para la segundo de España, de Italia, vamos a ver si sale algo ahí…” pero bueno acá estamos. Yo soy feliz jugando al fútbol, gracias a Dios tengo la suerte de mantenerme. Para mi la D pensé que era la muerte, y me sorprendió, realmente ahora todas las categorías progresaron mucho, hay mucha profesionalidad. Después me llamó el técnico de Argentino de Merlo en ese momento, Fernando Zamacola y fui a jugar en la C, en donde estuve un año. En el cual tuve un desgarro y a su vez cambio de técnico, y terminé jugando muy poco ese año. De ahí mantuve la categoría pasando a Barracas Bolivar, donde estuve 6 meses viviendo. Los últimos 2 meses había problemas con la plata. En esta división no hay contratos. Éramos dos chicos que vivíamos en una casa y necesitábamos la plata para vivir allá. Como no pasaba nada nos fuimos. Los dos teníamos el mismo representante. Pasamos a Lamadrid, estuvimos un año. Como el técnico me quería poner como sea, faltaba cubrir el puesto de central, donde me fue realmente bien. Y sin ninguna expulsión, jamás me expulsaron en toda mi carrera (por las dudas me toco el izquierdo, risas). Me sentí muy cómodo por suerte. En ese equipo jugué con todos los números, del 2 al 18 usé todos los números. Hasta el día de hoy me siguen cargando esos compañeros.


Me llaman para ir a Luján, donde estuve otros 6 meses hasta junio de este año. Ahí jugué de lateral derecho. Pero tuvimos la mala leche de hacer una mala campaña. Entonces bajé de categoría. Tenía Ituzaingó, Dock Sud, que no son equipos de la D. Y me decidí por “El Docke”. En donde estoy muy feliz, no lo puedo creer lo que estamos haciendo.


                                                                                   Sebastián Barile.