El sábado 7 de Mayo, Villa Crespo amaneció vestido para la ocación: Gorro, bandera y vincha. Nadie quiso perderse ese día histórico por donde se lo mire. Porque el "bohemio" podía ser campeón, porque estaba latente la posibilidad de ascender de categoría tras 12 años de espera. Porque querían ver en vivo y en directo una vuelta olímpica de Atlanta después de 16 años; porque lo querían vivir con toda la familia unida.
Por todo eso y mucho más, unas 15.000 personas dieron el presente en el León Kolbowski para alentar al equipo que los enamoró con su fútbol durante todo el campeonato. Y que por sobre todas las cosas, demostró que se puede jugar bien al fútbol en la Primera B. Con una defensa férrea y con oficio, de la mano de Mancinelli, Cherro, Arancibia y Segovia; logró mantener una regularidad y seguridad en el fondo, digna de un equipo con grandes aspiraciones. Hay que sumarle también la jerarquía de su capitán Rodrigo Llinás bajo los tres palos, demostrando el liderazgo y el temperamento que un once inicial debe tener. El mediocampo comandado por Ferragut y Pogonza (los dos ascendieron con Merlo). Un factor importantísimo en este plantel fue su técnico Javier Alonso, quien mantuvo su idea y convenció a sus jugadores de plasmar en todas las canchas el juego ofensivo que tanto le gusta. Y ese juego ofensivo tuvo sus frutos con los goles de la dupla más peligrosa de todo el ascenso: Los hermanos Abel y Andrés Soriano, quienes marcaron más de la mitad de los goles del equipo.
La consagración se iba a hacer esperar, ya que Barracas Central le ganó el partido por 1 a 0, le ganó bien y sin discusión. “El camionero” le postergó la fiesta dos horas más. Estaba todo preparado para festejar en casa ni bien Gutiérrez pitara el final, pero no, Atlanta perdió el partido y a comerse las uñas y deambular por doquier esperando que Chicago le diera una mano ganándole a Defensores y así poder festejar de local con toda la gente. La mayoría salió del estadio en busca de una radio para poder vivir el partido, de paso cañazo a llenar un poco el estómago, otros decidieron quedarse en el campo de juego escuchando lo que pasaba en el Bajo Belgrano por los altoparlantes. Jugadores, cuerpo técnico, dirigentes y familiares, subieron a la concentración que tiene el club dentro del estadio. A los 10 minutos de partido hay gol de Chicago y el hincha bohemio respiraba profundo y sacaba el “Vamo Atlanta carajo”. Entretiempo, pasaban los minutos y los nervios se apoderaban de la tarde en Villa Crespo. De solo pensar que si Defensores empataba el partido, había que esperar otra fecha más para festejar. Se respiraba incertidumbre, los pasillos del club silenciosos, el sol que se iba escondiendo…
Pero era la tarde de Atlanta señores, no había manera que el Bohemio no gritara campeón. El segundo grito del Torito desató la locura en los mismos jugadores que dejaron el traje de tal, y en ese entonces fueron los hinchas numero uno a puro cánticos, espuma, gritos, abrazo, arenga y más arenga. Mientras el campo de juego se iba poblando de hinchas vestidos de azul y amarillo. La familia entera, todo el barrio futbolero quería recibir al mejor equipo, lejos, de la temporada. El plantel, luego de festejar entre familiares, dirigentes y periodistas, encaró a la platea de Humbold para festejar con su gente, vuelta olímpica y emoción. Afuera los esperaba el ya clásico descapotable en todo festejo, y a recorrer Villa Crespo sumergidos en una fervorosa caravana de felicidad.
El Club Atlético Atlanta se consagró campeón faltando cuatro fechas para el final, consiguió el ascenso a la segunda categoría de nuestro fútbol con 81 puntos en 38 fechas sacándole 14 al segundo. Ganó 25, y perdió 7. Convirtió 64 tantos y sufrió 34. Un Campeón indiscutido, ni el más optimista hubiera imaginado la producción del equipo de Alonso. Fue el equipo más parejo y ofensivo del torneo Primera B Metro. Torneo al que despidió y ahora saluda al Nacional B, para estar un poco más cerca de recuperar su historia, esa historia que muestra 45 temporadas en primera división.
LOS LEONES DE VILLA CRESPO
Si Atlanta es el equipo más goleador del campeonato, si tiene la delantera más peligrosa de la categoría y si encima le sumamos que faltando cuatro fechas ya es el campeón que jugará la próxima temporada en la B Nacional, es inavitable pensar en los hermanos Soriano. Ellos tienen más de la mitad de los goles del "Bohemio" (33 de 64). Y es la primera vez que se dan el gusto de festejar un cameonato en un mismo equipo (antes habían actuado juntos en General Paz Juniors).
"Hace más de seis meses que estamos en la punta, lo teníamos merecido. Es muy lindo jugar con mi hermano y el apoyo de toda la familia en la tribuna. Ahora que salga él como goleador, no me importa", comentó Abel. Por su parte, Andrés afirmó: "Era un sueño dar la vuelta con Abel, todavía no lo puedo creer. Gracias a Dios Chicago nos dio una mano y pudimos festejar hoy con toda la gente del barrio. También es mérito de todos los empleados del club. Por todo lo que hicimos durante el torneo, el ascenso lo tenemos realmente merecido".
Edición Diario Crónica Domingo 08 de Mayo de 2011, Suplemento Deportivo "Abrazo de Gol".
MIRÁ TODAS LAS FOTOS DE LA VUELTA HISTÓRICA DEL BOHEMIO EN EL FACEBOOK DE LA PÁGINA. TAMBIÉN BUSCÁ EN YOU TUBE A sebarileenascenso Y DISFRUTA DE LOS OCHO VIDEOS DISPONIBLES!!!
Informó: Sebastian Barile
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